El horóscopo no es un qué. Es una persona que aprende a leer literatura antigua escrita en las estrellas. No se trata necesariamente de un oráculo que lo sabe todo, sino del análisis del lenguaje simbólico. El horóscopo es un arte y nosotros somos los autores. Por eso los poetas ven más allá del tiempo. Por eso los triunfos de Van Gogh, el gran observador de las estrellas, son póstumos. Por eso, obras astro-lógicas como la Ilíada y la Odisea siguen vigentes. El horóscopo está lleno de animales, dioses, héroes y monstruos en los que se pueden representar las distintas caras de la humanidad.
Nos cuenta una historia, un destino, nos muestra un futuro posible: nuestro futuro posible.
